Explosiones ciudadanas a lo largo de Latinoamérica deberían ser un llamado de atención para toda la clase política. Cuando los políticos pierden el contacto con la calle, con las inquietudes y las necesidades de la ciudadanía se producen los estallidos de los cuales somos testigos; así es que Perú, Ecuador, Chile y Bolivia son actualmente los escenarios de muestras del descontento popular. A nivel local se impone también que asuman su responsabilidad y tomen nota de lo que está sucediendo alrededor, sobre todo en momentos en los que se percibe todavía con gran fuerza el impacto de la recesión de los dos primeros trimestres del año. Los políticos no pueden estar en contacto con la gente solo a la hora de hacer promesas y pedir votos.